2022 no fue un buen año para la construcción en México, especialmente en el subsector de las viviendas. Los datos dicen que ha sido la peor temporada desde que hay registros, incluso peor que el fatídico 2020 que dio comienzo a la pandemia. Los motivos son variados, algunos controlables y otros menos. Pero las previsiones para 2023 apuntan mejor, con un sector al alza, con la obra civil tirando fuerte.
Obra civil
Las obras públicas se verán impulsadas por el incremento del 20% en los presupuestos federales destinados al sector. El Gobierno tiene que finalizar las “obras insignia”, tal como llama el BBVA en su informe de previsiones a los grandes proyectos públicos. Algunas de estas obras son el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) de la capital, el Tren Maya y nuevas infraestructuras energéticas, especialmente refinerías.
Toda esta actividad en la construcción pública hará que el PIB de todo el sector crezca un 1%, un aumento “marginal”, según el economista jefe del BBVA, Carlos Serrano, pero que con el escenario inflacionista es una noticia positiva. La inflación de la industria constructiva superó el 15% este curso, casi el doble que la global del país. Esto se debió sobre todo al encarecimiento de los materiales y las materias primas. Un ejemplo: el asfalto costó un 21% más que el año pasado.
Construcción de vivienda
2022 era un año que prometía mucho para la construcción de viviendas, pero los datos tiran por tierra esas previsiones. Este año que acaba se construyeron alrededor de 113,000 hogares nuevos, según datos del Registro Único de Vivienda . Esto es una caída de más del 17% que coloca al sector incluso por debajo de 2020, el año más duro de la pandemia.
Los analistas exponen que uno de los principales factores es que el mercado inmobiliario se inclinó hacia la vivienda usada, lo que provocó que las constructoras se frenaran. Sin obviar la enorme inflación que está golpeando al sector, especialmente por las materias primas. La guerra de Ucrania está físicamente lejos, pero sus efectos se notan también en México, sobre todo a nivel de suministros. El otro factor es la subida de tipos de interés que disuade a los ciudadanos a la hora de hipotecarse.
Todo ello forma un cóctel negativo que afectó sobremanera al sector en 2022, pero hay señales de que la tortilla puede girar este año nuevo. “Los constructores leyeron una menor demanda y están registrando menos proyectos, hay una moderación en el inventario de la vivienda. A diferencia de 2011, cuando no leyeron la caída de la demanda, creemos que ya es un mercado maduro”, explicó el economista jefe del BBVA, Carlos Serrano, en el anteriormente citado informe.
Por desgracia, la guerra parece que va a continuar en Ucrania, pero el flujo de suministros se ha reactivado parcialmente gracias a otros mercados, y los expertos apuntan que las constructoras deben tener más fondo de materias primas debido al parón de los meses anteriores.
Otro factor positivo es que el programa de crédito del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) incrementa la capacidad de financiamiento para los derecho habitantes. El hecho de que hoy haya cinco bancos atendiendo la demanda de vivienda nueva de los derechohabientes no activos usando la subcuenta de vivienda como enganche y que el Instituto sigue sin aumentar sus tasas, nos permite anticipar que el 2023 será un mejor año”, señaló Luis Alberto Gómez Monroy, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de Vivienda (Canadevi), en la comida de Navidad del organismo.
Residencias turísticas
Otro punto a tener en cuenta en 2023 es el de las residencias turísticas. Todo indica que este subsector va a crecer, con Estados como Quintana Roo, Baja California y Nayarit tirando de él. Hay que tener en cuenta las complejidades de este mercado, ya que depende del turismo, muy castigado estos años por la pandemia. Con la aparente llegada de la normalidad, parece que la demanda de viviendas vacacionales se reactivará.
Y enlazando con este tipo de residencias, se puede hablar de las viviendas sustentables, que cada vez son una tendencia mayor en México. Muchas constructoras innovan con proyectos novedosos en los hogares turísticos, con techos con paneles solares, sistemas de reciclaje de agua y con procesos de construcción más ecológicos. Algo, por supuesto, exportable a las grandes ciudades.
Naves industriales y nearshoring
Otra tendencia que ya experimentó un crecimiento en 2022 y que puede consolidarse este año es el de la construcción de naves industriales. A finales de curso, había más de cinco millones de metros cuadrados en los que se estaban levantando estos espacios de trabajo, según un informe de la empresa de análisis inmobiliario Solili. La cifra significa un considerable aumento respecto a pasados años, lo que ayudará al impulso que necesita el sector.
Este auge tiene mucho que ver con el nearshoring, que está creciendo como la espuma en México. El nearshoring básicamente es la externalización de los servicios de una empresa por medio de subcontratar la producción a otras compañías en el extranjero. Nuestro país es uno de los destinos más atractivos para empresas manufactureras de Estados Unidos y China, que optan por reubicar sus centros de producción en suelo mexicano.
Este fenómeno hará que las obras industriales sigan en aumento el próximo año si todo sigue su curso actual. “En México, algunos sectores ya alcanzaron e inclusive superaron los niveles prepandemia, por lo cual esperamos un dinamismo relativamente favorable entre los sectores que no han regresado a los niveles previos. Sin embargo, nuestro país sigue teniendo un panorama macroeconómico sólido, especialmente porque el nearshoring es un factor estructural que brindará mayor dinamismo a nuestra economía”, declaró Carlos Sánchez, economista jefe de la financiera HSBC.
Este último factor será importante para que el sector de la construcción mantenga su buen pulso en México. Cierto es que la incertidumbre global puede afectar dentro de nuestras fronteras, pero la economía nacional se ha mantenido sólida en 2022 y se espera que siga igual o mejor en 2023.
Fuente : Paneles ACH