Año tras año, el costo de la electricidad aumenta en los diferentes países del mundo, haciendo, inevitablemente, que las facturas de electricidad cada vez sean más elevadas. Y ahora que llega el verano y el calor…
De la misma forma que la calefacción en invierno, los sistemas de refrigeración en verano hacen que las facturas de electricidad suban en casi un 25%. Por ello, la eficiencia energética de estos sistemas se convierte en algo vital. Esta eficiencia es muy importante de cara al ahorro económico, la reducción de la contaminación y el cumplimiento de normativas como la del certificado de eficiencia energética. Si bien esto es muy importante a nivel de vivienda, a nivel de industria se convierte en algo crítico, debido a la gran cantidad de energía que se emplea en refrigeración.
¿Qué es la eficiencia energética en sistemas de refrigeración?
Cada sistema de refrigeración responde a unas condiciones particulares del proyecto y usa diferentes equipos y gases refrigerantes para alcanzar y mantener la temperatura adecuada. La eficiencia energética de tu sistema se determinará mediante dos factores:
- Potencia frigorífica: La cantidad de “frío a producir”. De manera más concreta sería la cantidad de calor a extraer de una zona.
- Potencia energética: La cantidad de energía inyectada para alcanzar la temperatura adecuada.
Un sistema de refrigeración eficiente debe garantizar la mayor potencia frigorífica mediante la menor potencia energética posible.
Elegir el sistema de refrigeración más adecuado para tu industria
Si bien existen muchos sistemas de refrigeración eficientes, lo cierto es que debes elegir aquel que posea la mayor eficiencia para tu empresa.
Entre los sistemas de refrigeración más famosos se pueden encontrar los siguientes:
- Aire forzado
- Refrigeración por vacío
- Refrigeración por hielo
- Refrigeración por agua
La elección del sistema va a depender de las condiciones de producción de tu empresa y, tras una evaluación, un buen asesor te dirá cuál es el mejor sistema para tu empresa y cómo reducir costes de energía en torno a los sistema de refrigeración.
Las condiciones climáticas y geográficas afectan la eficiencia energética
Un sistema de refrigeración eficiente que sea bueno para un clima seco puede ser malo para un clima húmedo. Otras cosas que afectan a la eficiencia es la temperatura promedio anual, el cambio entre estaciones y lo expuesto que el equipo estará al ambiente.
Un buen sistema de refrigeración eficiente debe solucionar tanto las necesidades de producción como el gasto eléctrico. Entre otras cosas, los ingenieros en refrigeración te podrán orientar acerca de:
- Las condiciones de instalación: Los equipos se ubicarán en lugares frescos, considerando las variantes de exposición al sol. Es importante que las paredes y techos tengan colores claros para que se reduzca la temperatura en las instalaciones.
- Elección de refrigerantes: Alternativas como el CO2 y el amoniaco consiguen reducir el daño atmosférico y ayudar a incrementar la eficiencia energética del sistema.
- Al elegir un refrigerante, se deben tener en cuenta las diferentes legislaciones vigentes en tu país y los factores de seguridad como la temperatura del gas de descarga y la toxicidad o el riesgo de inflamación.
- La elección de un refrigerante es muy compleja y su labor en el sistema puede permitir la reducción de costes.
Acciones para un uso eficiente de la energía en sistemas de refrigeración
- Ubicar el equipo en la zona con menor temperatura de tu empresa
- Que no estén expuestos directamente, ni durante mucho tiempo al sol
- Colocar el termostato en posición mínima o media. Por cada grado de más sobre la temperatura adecuada, el aumento de consumo es de un 7% por grado de más.
- Es importante mantener las puertas cerradas, así como las ventanas.
- Mantener el sistema en buen estado y limpio. Si se acumula polvo en el condensador, el sistema puede consumir más energía de lo que debería.