No es algo nuevo el hecho de que vivimos en la época de Internet. Raro es que una persona no tenga un smartphone con conexión a Internet o una conexión WiFi en su vivienda. El uso creciente de la tecnología de automatización residencial mediante el Internet de las cosas (IoT) posee el potencial para permitir grandes ahorros de energía y una gran reducción de la contaminación.
Según el estudio “Energy Savings Potencial of Home Automation Technology” determinó que, simplemente usando la automatización para el control de la iluminación de un inmueble se podrían ahorrar unas 100 millones de toneladas de dióxido de carbono, conseguir un ahorro en la vivienda de un 10% de la energía consumida. Imaginaos lo que se podría conseguir con la automatización de todos los aspectos de una vivienda.
Automatización y domótica para aplicaciones residenciales
Por suerte, una conexión a Internet doméstica no sólo sirve para ver series, las redes sociales o hablar con gente al otro lado del mundo. Internet se ha desarrollado de tal manera que nos permite automatizar y controlar de forma remota prácticamente todos los aparatos y sistemas de una vivienda.
Las denominadas Smart Home, viviendas inteligentes, consumen casi un 25% menos que las viviendas tradicionales. Hemos visto cómo, simplemente con la automatización de la iluminación se conseguía un 10% de ahorro, imagínate cómo sería en una vivienda donde podemos automatizar la climatización, los electrodomésticos, las cortinas y ventanas…
Si bien estos sistemas “inteligentes” suelen ser más caros que los tradicionales, el gran ahorro energético (y económico) que conlleva su instalación los convierte en una gran inversión a corto plazo. Además, dicha automatización también aumenta el confort y la seguridad en una vivienda.
Si bien al principio, estos sistemas domóticos tenían el inconveniente de que siempre terminaban dependiendo del buen hacer del usuario, lo cierto es que hoy en día son capaces de aprender y actuar por sí mismos, llevan a cabo tareas que aumenten la eficiencia y reduzcan al máximo el consumo de energía de la vivienda.
Veamos qué aspectos de una vivienda se pueden automatizar.
Iluminación
Seguramente estéis pensando en ese momento en que, una vez estabas lejos de casa, recordabas haberte dejado la luz de la cocina encendida. La automatización de la iluminación acaba con este tipo de situaciones, pero va mucho más allá.
Los sistemas inteligentes de iluminación determinan el encendido y apagado de las luces en función de la hora del día o la cantidad de iluminación natural (para ello también controlan persianas y cortinas).
Además, son capaces de adaptar la iluminación a la persona que hay en la habitación o al tipo de estancia en el que estén.
También se pueden determinar perfiles de buenas noches o buenos días, así como perfiles para personas sordas, con aspectos como el encendido de luces determinadas cuando alguien llama al timbre o por teléfono.
Los sensores de presencia o movimiento encienden y apagan las luces según haya o no alguien en la estancia, ahorrando hasta el 20% de la energía de iluminación.
Accesos y alarma
Seguramente sea uno de los automatismos más antiguos, el poder ver qué ocurre en tu vivienda o saber si alguien intenta entrar aunque no estés.
En este sentido se pueden controlar los accesos mediante huella o código, así como con una aplicación en el móvil. Se puede ver qué ocurre en casa cuando estás fuera o quién llama o quiere entrar cuando estás dentro.
Una de las cosas que permite la automatización es crear una sensación de vivienda ocupada cuando nos vamos de vacaciones. Se pueden encender y apagar las luces, subir y bajar las persianas o conectar la televisión, para así evitar intrusiones no deseadas.
Electrodomésticos
Llegamos a otro de los aspectos en que la automatización y el control remoto permite un mayor ahorro.
Conectar el horno para que esté caliente al llegar, neveras que hacen la comprar online por sí mismas o vitrocerámicas que adaptan su funcionamiento al tipo de comida que se cocina son algunos aspectos de estas cocinas inteligentes.
Además, electrodomésticos como la lavadora o el lavavajillas se pueden programar (o lo hacen ellos mismos incluso) para funcionar cuando la electricidad sea más económica o cuando no se estén usando muchos aparatos, para evitar que salten los plomos.
Climatización
Aquí destacan, sobre todo, los termostatos inteligentes que nos permiten determinar una temperatura, horario o perfil de usuario para el encendido o apagado de los sistemas de climatización.