Por Hans – Joachim Kohlsdorf Co-Fundador de Energy To Market
TARIFAS ELÉCTRICAS
La intención de este artículo es presentar soluciones a algunos de los temas críticos del sector eléctrico, abordándolos desde la perspectiva de la estructura tarifaria, que todos recordamos en nuestros hogares y negocios cuando nuestra empresa de servicios públicos nos envía la factura mensual.
Mantendré algunas premisas básicas sin cambios y construiré mi argumentación sobre ellas:
1) Los subsidios a la población de bajos ingresos que consume muy poca energía deben continuar otorgándose con recursos de la Secretaría de Hacienda (SHCP) y no del mercado eléctrico o CFE. No estoy convencido de que estos subsidios deban continuar para el sector del riego agrícola.
2) Con bajos costos de energía, es imposible promover programas de eficiencia energética, pero es mejor subsidiar la electricidad que alentar a la gente a usar otros combustibles mucho más contaminantes.
3) Todos los costos asociados con la operación del mercado deben ser asumidos por todos los actores del mercado. Si alguien recibe un descuento, los demás participantes deben asumir ese costo.
4) Debemos tratar a todos los jugadores por igual. Los costos e ingresos por energía y capacidad deben ser sufragados por todos los participantes.
El ejemplo más fácil de entender son los paneles solares en hogares y pequeñas empresas, que ofrecen una gran oportunidad de ahorro para el usuario y un negocio con un enorme potencial de crecimiento para todos.
Entendamos el medio ambiente y cómo promover aún más estas oportunidades: los paneles generan excedentes de electricidad durante el día, CFE recibe estos KWh y devuelve la misma cantidad de KWh por la noche. Este método se denomina “medición neta”. El mérito de este modelo es que provocó la instalación masiva de paneles solares. Continuar con este esquema hoy, 10 o 15 años después y con paneles y baterías mucho más baratos, representa varios problemas:
– Ya tenemos muchos paneles instalados en algunas zonas, generando intermitencia en la red sin complementarlos con inversiones en calidad energética.
– El Sistema Eléctrico Nacional brinda soporte de capacidad a través de CFE a costo cero.
– CFE recibe KWh baratos durante el día y devuelve costosos KWh durante la noche, sin cobrar la diferencia.
– El sistema tarifario actual toma el consumo de los usuarios como base para establecer la tarifa que se aplica a su hogar. Si tiene paneles, se toma el consumo neto; es decir, la diferencia entre energía generada y consumida y en lugar de aplicar la tarifa de alto consumo (DAC), se aplica la tarifa altamente subsidiada para hogares humildes.
– La CFE, y por ende el Sistema Eléctrico Nacional, asume el costo del subsidio tarifario y el no cobro de la capacidad requerida por las cargas que instalan los paneles.
– Si el costo del respaldo es gratuito, nunca tendremos un incentivo para mejorar la calidad de las instalaciones solares o para invertir en baterías. El freno a la modernización tecnológica que estamos viendo es un costo indirecto adicional que todos asumimos.
Solución: podemos tomar Europa o California como ejemplo y cobrar por la capacidad máxima requerida para una carga en lugar de aplicar el cargo fijo actual. Podemos analizar si el costo correcto es MX $ 1,000 (US $ 50) o MX $ 2,000 (US $ 100) por mes, pero ciertamente no es MX $ 100 (US $ 5) o MX $ 200 (US $ 10).
Resultado: vender o financiar paneles ya es un buen negocio y si creamos el marco tarifario correcto, recibirá un impulso mucho mayor. También sería posible vender baterías a través de un esquema similar; es una gran oportunidad para reducir los picos de consumo y mejorar la calidad energética. Generar energía ya no será la única forma de ahorrar dinero. Por supuesto, estos cambios de tarifas podrían llevarlo a pensar, erróneamente, que el negocio de los paneles solares se verá afectado negativamente.
Pasemos ahora al otro extremo: las centrales térmicas que están disponibles para situaciones críticas pero que por su alto costo operativo y su costo marginal de generación se despachan muy poco. Todos agradecimos en febrero de 2021 que estas plantas entraran en funcionamiento y evitaran apagones aún más graves. Estas plantas son necesarias y el sistema eléctrico nacional debe permitirles recuperar sus costos, pero no deben estar generando los 365 días del año de manera ineficiente para poder generar ingresos por despacho de energía. La estructura tarifaria actual prevé el pago o cobro por disponibilidad y capacidad: energía en las 100 horas críticas, garantía de suficiencia de ingresos y servicios relacionados. Estos deben generar ingresos suficientes para las plantas de respaldo y todos los usuarios deben asumir este costo mensualmente, de acuerdo con nuestros requerimientos de capacidad máxima. Adicionalmente, estas plantas pueden vender coberturas de precios y así generar aún más ingresos sin operar las 24 horas durante los 365 días.
La gran mayoría de estas plantas son propiedad de la CFE, pero incluso los grandes generadores privados de emergencia, actualmente subutilizados, entran en esta categoría y en el sistema eléctrico nacional.