Bájale a tu recibo de luz Almacenando energía Déjanos tus comentarios
Avanzar en el almacenamiento energético es un desafío ineludible para culminar con éxito la transición ecológica y digital. Para lograrlo, además de invertir en innovación y tecnología, es necesario aprovechar todas las posibilidades que ya tenemos a nuestro alcance en multitud de equipos y dispositivos (teléfonos móviles, coches eléctricos, etc.). Los objetivos de descarbonización total para mediados de siglo y la sustitución de los combustibles fósiles por renovables así lo requieren.
Por un lado, es cierto que aunque la producción de energía renovable no es continúa porque la mayoría de sus fuentes más importantes son intermitentes -no brilla el sol ni hay viento las 24 horas del día- sí se pueden compaginar con otras de menor potencial, como la biomasa o la minihidráulica para un total abastecimiento cuando no se produce lo suficiente, de manera que se consiga un sistema flexible.
Por otro lado, contar con unas adecuadas tecnologías de almacenamiento permitiría guardar los excedentes cuando los recursos naturales son superiores a la demanda y utilizarlos cuando sea necesario. Junto al desarrollo de las baterías para autoconsumo doméstico, industrial y comercial, cada vez hay más instalaciones de almacenamiento masivo, como el construido por Tesla en Hornsdale, Australia del Sur, uno de los proyectos de almacenamiento de baterías de iones de litio más grande del mundo. Se combina con un parque eólico cercano y proporciona energía suficiente para más de 30.000 hogares.
Ante las necesidades del sector industrial por tener acceso a energía más competitiva y confiable, el almacenamiento es la opción para lograr disminuir tus facturas eléctricas, de acuerdo con participante del sector.
Entre las 18:00 y 22:00 horas se tiene el pico en la demanda eléctrica del País, por lo que aquellas empresas o industrias que requieren de consumo constante presentan altos costos por tomar la electricidad en los horarios en los que más cuesta.
Es por eso que un sistema de almacenamiento a la medida, o según las necesidades de cada industria, puede ser la opción para que disminuyan hasta en un 40 por ciento su factura eléctrica, aseguran los especializada en soluciones de almacenamiento.
El almacenamiento tiene muchos beneficios y es el futuro; creemos que el punto para iniciar de forma masiva es en el sector industrial que consume un 75 por ciento de la energía del País, ayudando a que sea más competitivo, pero también como un beneficio directo a las redes de transmisión, ya que en las horas de mayor demanda, que son las más caras, es cuando se estresa el sistema y se puede poner en riesgo a la red.
“Entre 6 y 10 de la noche les están cobrando 40 por ciento del costo, casi la mitad del recibo por esas 3 horas, ni siquiera tanto por la energía o los kilowatts-hora que consumen, sino por consumirla en ciertos horarios”
Una de las alternativas que existe para las industrias es instalar una batería que sea cargada justo en los horarios de menor demanda eléctrica y cuando la energía de Comisión Federal de Electricidad (CFE) es más barata.
De esta forma, la batería podrá ser utilizada justo en los horarios punta, donde la demanda de electricidad es superior y por tanto, más cara.
Es posible tener una batería con mayor capacidad a la requerida que le permita a una empresa tener un respaldo de energía en caso de presentarse algún apagón o afectación al suministro y que no descubra la energía para las horas pico.
Además del equipo de almacenamiento, estos sistemas cuentan con un software de control que permite monitorear en tiempo real cómo se comporta la demanda y en qué momento es oportuno comenzar la descarga de la batería que fue cargada en horas donde la electricidad tuvo menor demanda en el País.
Las empresas que les resulta rentable considerar una solución de ese tipo son aquellas que presentan facturas eléctricas superiores a los 80 mil pesos. Considerando el costo que pagan por la electricidad que consumen el equipo de almacenaje o batería que adquieran, podría pagarse entre 2 y 4 años.
Fuente : Diana Gante , Periódico Reforma
